¿Compraríais un pez que ha sido tatuado?
Defensores de los derechos de los animales han avisado de una moda, esperemos pasajera, que lleva un tiempo implantada en China. La conocen con el nombre de la moda del tatuaje y afecta a los peces loro.
Son mascotas muy baratas cuyo precio se incrementa al tatuarles en sus cuerpos palabras con mensajes “de suerte” y dibujos varios, usando un láser.
Al parecer, desde hace unos años este curioso producto –dile curioso, dile macabro- ha conseguido mercado en China. La idea nació en Chengdu, en el suroeste del país, pero no se ha quedado allí.
En la localidad de Wu Han, en China, ofrecen peces tatuados con distintos simbolos chinos para que el cliente elija que quiere hacer con ellos. Si tiene hambre, puede degustar un pez que tenga tatuada la palabra "Riqueza", "Dragón", "Longetividad", "Felicidad" o "Alegría". Otros fanáticos del Feng Shui (y de la vida) prefieren tenerlo como decoración en sus hogares y creen que estos peces dan buena suerte.
Un pez tropical “al natural”, sin más adornos que sus ya muy vistosos colores, cuesta 10 yuanes. Uno tatuado cuesta más de 25 yuanes. Quienes comercializan con estos peces aseguran que son tatuados con un tinte especial, aplicado con un láser de baja intensidad que deja una marca permanente sin causar ningún tipo de dolor de los peces. Y yo me pregunto: ¿cómo lo saben?
¿Como hacen para tatuar un pez? Aparentemente sumergen al pez (vivo en un ácido que les remueve la capa protectora que tiene, y entonces los tatúan con tinta comestible.
Kati Loeffler, experta del Fondo Internacional para la Protección de los Animales (IFAW) en China, comentó que lo que se hace al pez loro es un auténtico maltrato, ya que se “clavan agujas llenas de tinta en su piel, que es muy sensible, por lo que se produce una respuesta inflamatoria a la tinta y al trauma de la aguja, que produce dolor durante varios día hasta que sana“.
Evidentemente, los peces han sido comprados, de otro modo el negocio ya habría desaparecido. Pero, como es de esperar, también hay mucha gente que considera que tatuar animales por puro gusto es un acto cruel y que sólo logra degradar la natural belleza dotada por la naturaleza. People cita a Zhang Zhicheng, especialista en pesquerías, quien señala que el láser de los tatuajes es perjudicial para los peces, ya que rompe su equilibrio fisiológico y daña la superficie protectora de su piel.
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